lunes, 1 de febrero de 2010

Contaminación afectaría el coeficiente intelectual de los niños


Esa fue la principal conclusión de un estudio en el que participaron 249 hijos de mujeres de la ciudad de Nueva York.

La investigación determinó que la exposición a la contaminación atmosférica antes del nacimiento puede repercutir en los bajos índices de coeficiente intelectual en la infancia, según un grupo de científicos que por primera vez asociaron ambos factores.

El estudio analizó a 249 hijos de mujeres de la ciudad de Nueva York que en sus mochilas portaron monitores que medían la calidad del aire durante 48 horas en los últimos meses de embarazo.

Las mujeres vivían en los vecindarios del norte de Manhattan y del Bronx del Sur, habitados en su mayoría por personas con bajos ingresos. Ellas fueron expuestas a las formas típicas de contaminación atmosférica urbana, principalmente de los gases expulsados por automóviles, autobuses y camiones.

A los cinco años de edad, luego del periodo de lactancia y antes de comenzar los estudios, los niños pasaron por pruebas de Coeficiente Intelectual. Así, los niños que estuvieron expuestos a los mayores niveles de contaminación tuvieron en promedio cuatro o cinco puntos menos que los niños con una menor exposición.

“Esa es una gran diferencia que permite ver que esta situación podría afectar el desempeño infantil en la escuela”, afirmó Frederica Perera, una de las autoras del estudio y directora del Centro Columbia de Salud Ambiental de los Niños.


Importantes daños


"Esto no significa que los pequeños que viven e nciudades contaminadas no van a aprender a leer, escribir y deletrear", dijo Michael Msall, pediatra de la Universidad de Chicago

No obstante, la investigación recomienda no vivir al lado de una fábrica humeante y enfrentar riesgos en la salud por la contaminación. Además sostiene que pueden haber muchos más peligros en la contaminación del aire de lo que antes se creía.

“Pese a que se requieren otras investigaciones para confirmar los nuevos resultados de este estudio, se sospecha que la exposición a la contaminación atmosférica antes del parto puede tener las mismas secuelas en el cerebro en crecimiento que la exposición al plomo”, advirtió Patrick Breysse, especialista en salud ambiental de la escuela de salud pública John Hopkins.

Junto con otros perjuicios ambientales y las desventajas a los que están expuestos los niños en familias de bajos ingresos, los resultados podrían explicar por qué suelen tener resultados académicos más malos que sus pares de familias pudientes, finalizó Breysse.